Buenos días,
regreso con una publicación sobre nuestros trabajos de las últimas 2 semanas. Empezaremos con la elaboración de nuestro primer biofertilizante.
¿Qué es un biofertilizante?
"Es un súper abono líquido con energía equilibrada y en armonía mineral, preparado a base de mierda de vaca muy fresca, disuelta en agua y enriquecida con suero o leche, ceniza o fosfitos y melaza, que se ha puesto a fermentar por varios días en toneles o tanques de plástico, bajo un sistema anaeróbico (sin oxígeno) y muchas veces enriquecidos con harina de rocas molidas o algunas sales minerales o sulfato, como son los sulfatos de magnesio, zinc, cobre, etc..." (El ABC de la agricultura orgánica fósfitos y panes de piedra, Jairo Restrepo Rivera y Julius Hensel).
Esta definición concisa y completa define muy bien lo que es un biofertilizante. Los biofertilizantes son vendidos bajo el nombre de abonos foliares en los almacenes agroquímicos.
¿Para qué sirven los biofertilizantes?
"Sirven para nutrir, recuperar y reactivar la vida del suelo, fortalecer la fertilidad de las plantas y la salud de los animales, al mismo tiempo sirven para estimular la protección de los cultivos contra el ataque de insectos y enfermedades. Por otro lado, sirven para sustituir o eliminar totalmente la utilización de los fertilizantes químicos altamente solubles de la industria, los cuales son caros y vuelven dependientes a los campesinos, haciéndolos cada vez más pobres" (
El ABC de la agricultura orgánica fósfitos y panes de piedra, Jairo Restrepo Rivera y Julius Hensel).
Las definiciones dadas provienen del libro de Jairo Restrepo, agricultor y agrónomo que tiene una finca orgánica cerca de Calí y da capacitaciones en todo el mundo. Es una de las personas que me convenció en lanzarme en la agricultura orgánica. Pueden visitar su sitio web:
www.lamierdadevaca.com
Elaboración de nuestro biofertilizante
Como hemos visto a través de la definición, se puede elaborar biofertilizantes enriquecidos con sales minerales conociendo las deficiencias y necesidades de su suelo. En nuestro caso elaboramos el biofertilizante sencillo, sin sales minerales.
Materiales
materiales permanentes
- 1 recipiente plástico de 200 litros de capacidad
- 1 recipiente plástico de 100 litros de capacidad
- 1 balde de 10 litros de capacidad
- 1 pedazo de manguera de 1 metro de largo
- 1 niple roscado
- 1 botella desechable
- una lona de yute o algodón para colar la mezcla
- 1 palo para mover la mezcla
Ingredientes para la preparación
- agua (sin tratar): 180 litros
- mierda de vaca muy fresca: 50 kilos (2 baldes)
- melaza: 2 a 4 litros
- leche o suero: 2 a 4 litros
- ceniza de leña: 4 kilos
El agua tiene la función de facilitar el medio líquido donde se realizarán todas las reacciones bioenergéticas y químicas de la fermentación.
La leche o el suero aporta la energía al biopreparado. Es la fuente de comida de los microorganismos al igual que la melaza.
La melaza aporta energía y contiene minerales: calcio, potasio, boro, hierro, azufre, manganeso, zinc y potasio.
La ceniza, fosfitos o harina de rocas proporcionan minerales para activar y enriquecer la fermentación.
El estiércol de vaca aporta los ingredientes vivos: microorganismos (hongos, levaduras, bacterias) para que se de la fermentación y al mismo tiempos inocular el suelo al momento de la aplicación del biofertizante.
Elaboración
fijación del niple en la tapa
Fotografía 1: parte superior de la tapa
Fotografía 2: parte inferior de la tapa
Fotografía 3: la manguera con la abrazadera
La puesta de la válvula o niple es esencial ya que la fermentación del biofertilizante produce gases que tienen que escaparse para que no reviente el tanque.
Elaboración de la mezcla
En cuanto a los materiales que conseguimos, hago un pequeño resumen:
- conseguimos el estiércol fresco de madrugada en una hacienda ubicada en el sector de Imbaya. Lo mejor es tener sus propias vacas pero en nuestro caso no es posible.
- Conseguimos la ceniza en los restaurantes que ofrecen parrilladas.
- Hicimos la mezcla con agua potable. Para evitar que el cloro destruyan a los microorganismos. Dejamos el agua reposar una 48 horas antes de preparar la mezcla.
- No pudimos conseguir la leche del lechero que es la mejor ya que no ha tenido ningún proceso de esterilización. Compramos 2 fundas de leche entera.
- Mezclamos cenizas con polvo de rocas. Conseguimos el polvo de rocas en la carretera. De hecho, aquí en Ecuador cuando abren las carreteras, cortan la montaña y dejan a la vista las diferentes capas geológicas que tienen miles de años. Cogimos ahí nuestro polvo de rocas, rico en minerales. De ahora en adelante utilizaremos la ceniza del volcán Tungurahua que pudimos conseguir recientemente.
Fotografía 4: ceniza del volcán Tungurahua que nos permitirá elaborar nuestros futuros abonos: puros minerales que provienen de las entrañas de la tierra.
fotografía 5: en el tanque de 200 litros, se mezcla los 50 kilos de estiércol de vaca fresco con 100 litros de agua. Es mejor verter poco a poco el agua y mezclar cada vez que se echa un poco de agua. Así, se disuelve mejor el estiércol de vaca. también se añade la ceniza con el polvo de roca.
Fotografía 6: Mezcla de la ceniza con el polvo de roca: se tiene que eliminar los materiales gruesos.
fotografía 7: mezcla de la melaza con leche que se va a diluir en 10 litros de agua.
fotografía 8: mezcla del agua con la melaza y la leche. Se vierte esta mezcla en el tanque de 200 L.
fotografía 9: se añade agua hasta completar (se tiene que dejar un espacio) y el biofertilizante está listo para fermentar. Hay que mezclar bien en cada etapa
fotografía 10: se coloca la tapa de forma hermética. La manguera entra en la botella de plástico llena de agua. Así, los gases pueden escaparse por la manguera y se observan burbujas de gas que se escapan en el agua cuando empieza la fermentación. Por otro lado, el aire no puede entrar en el tanque ya que el agua impide que pase el agua. Tenemos un sistema anaeróbico.
Fotografía 11: se puede observar que el gas adentro de la manguera está debajo del nivel de agua de la botella. Esto significa que empezó la fermentación y que los gases adentro del tanque empiezan a empujar para salir. Hay que colocar el recipiente a la sombra.
Ahora se tiene que esperar 20 a 30 días para poder cosechar el biofertilizante que se diluirá en agua para la aplicación foliar en un porcentaje de 5 a 10%.
Nos podemos dar cuenta que no sale muy caro la elaboración del biofertilizante una vez la inversión en los materiales permanentes hecha. ¡Al 10%, podemos aplicar 2.000 litros de abono foliar!
Se puede dejar madurar más tiempo el biofertilizante. Una señal de que está listo el biofertilizante es cuando ya no salen burbujas de la manguera.
La aplicación del biofertilizante
Vamos a aplicar nuestro biofertilizante en la viscia y avena para abonarla y también reponer microorganismos al suelo. Por la falta de lluvias, la mezcla de viscia con avena tarda en salir bien.
Antes de aplicar hay que colar bien el biofertilizante y mezclarlo en agua (del 5 al 10%). Es recomendable agregar un adherente como la melaza para que pegue mejor la mezcla.
Hay que aplicar el biofertilizante en las primeras horas de la mañana cuando el sol no está aún muy fuerte para que la planta pueda absorber de mejor forma. Por la tarde y por la misma razón, es recomendable aplicar el biofertilizante después de las 16h00.
Es mejor hacer numerosas aplicaciones ya que los cultivos comen todos los días. Estamos pensando tratar de hacer una aplicación a la semana cuando la viscia-avena estará más alta.
Aplicaremos también el biofertilizante en los árboles del cerco y las pilas de malezas que pudimos formar limpiando la acequia.
Fotografía 12: la viscia y avena creciendo (19-02-2014)
Espero que les haya gustado esta publicación un poco técnica. No duden hacer preguntas y comentarios