martes, 25 de febrero de 2014

Trabajos 10-22 de febrero: limpieza de la acequia y preparación del cerco.

Seguimos con el resumen de los trabajos de las últimas 2 semanas.

Limpieza de la acequia

Fue un trabajo arduo utilizando la motoguadaña y el machete principalmente. Pudimos recolectar bastante materia orgánica que queremos compostar ahora.
El kikuyo (chiendent en francés) está por todas partes y nos indica que el terreno pertenecía a una antigua hacienda ganadera. El kikuyo se reproduce por estolón (partes aéreas que crean nuevas raíces) de forma muy rápida. La limpieza de la acequia se debe hacer de forma regular. Desde ahora, sabemos que por lo menos una vez al mes tenemos que hacer este trabajo.
La mayoría de los campesinos trabajan lastimosamente con herbicidas: glifosato, ranger, gramaxone entre otros que son químicos muy fuertes que afectan al hombre y la naturaleza. Contamina las napas freáticas. El glifosato es un producto de la triste conocida multinacional Monsanto. Esta misma empresa desarrolló los herbicidas utilizados durante la guerra de Vietnam para destruir la vegetación y así encontrar a los soldados enemigos que se encontraban escondidos ahí. Después de la guerra, había que encontrar un nuevo mercado para estos productos y este mercado fue la agricultura!

Durante la limpieza de la acequia, quitamos también el alambre de púas que estaba en mal estado y mal instalado. tendremos que sembrar más árboles y poner algunos postes para volver a poner un alambre de púas.

fotografía 1: la acequia al inicio sin limpiar...

Fotografía 2: La motoguadaña (desbrozadora) nos ayudó a cortar los materiales más gruesos

Fotografía 3: trabajando con el machete para el trabajo "fino"

Fotografía 4: ya se puede ver el fondo de la acequia!

Fotografía 5: Al final, la acequia limpia. Se puede observar a la derecha los montones de hierbas cortadas que queremos compostar y también... la basura que encontramos...



Preparación del cerco norte para sembrar árboles

Como pueden ver en la foto siguiente, no tenemos ninguna protección en el cerco norte (de abajo como lo conocemos nosotros) para proteger la propiedad. Necesitamos poner un cerco por varias razones:
- Protección contra el viento que viene desde el norte y corresponde a esta parte del terreno
- Protección contra el robo. Una vez en producción la finca, tenemos que proteger nuestras cosechas contra el robo. Por el momento, se puede entrar muy fácilmente al terreno. No nos importa que la gente coseche 2 o 3 hortalizas para su consumo personal pero si nos dejan sin una cosecha completa, se puede volver problemático.

El trabajo consistió en cavar huecos cada 2 metros para sembrar árboles ya grandes. El kikuyo fue un gran problema ya que las raíces penetraban hasta 30 cm de profundidad y era muy difícil hacer los huecos.
Queremos sembrar en esta parte sauces y alisos. Protegen bien del viento ya que son árboles altos. El aliso bota más hojas, lo que incrementa la materia orgánica.

Fotografía 1: nuestro cerco norte está constituido por una antigua tapia (pared de tierra) tapizada de kikuyo. Nuestro terreno está a la izquierda en la imagen.

Fotografía 2: el kikuyo en el cerco

Fotografía 3: Uno de los huecos

Fotografía 4: Trabajamos con una hoyadora para hacer los huecos

Fotografía 5 y 6: la línea de huecos


Fotografía 7: los invitados en la acequia: escorpiones. Si hay depredadores de este tamaño, significa que hay un buen ecosistema en esta parte del terreno ya que son insectívoros.



Por fin, avanzamos también en las encuestas que nos ayudarán a saber que sembrar, con qué densidad y frecuencia en función de las hábitos de consumo de la gente. Pudimos realizar más de 40 encuestas y las estamos procesando.

Por el momento esperamos las lluvias con ansia!

Saludos y hasta la próxima publicación


trabajos 10-22 de febrero: elaboración de biofertilizante

Buenos días,

regreso con una publicación sobre nuestros trabajos de las últimas 2 semanas. Empezaremos con la elaboración de nuestro primer biofertilizante.

¿Qué es un biofertilizante?

"Es un súper abono líquido con energía equilibrada y en armonía mineral, preparado a base de mierda de vaca muy fresca, disuelta en agua y enriquecida con suero o leche, ceniza o fosfitos y melaza, que se ha puesto a fermentar por varios días en toneles o tanques de plástico, bajo un sistema anaeróbico (sin oxígeno) y muchas veces enriquecidos con harina de rocas molidas o algunas sales minerales o sulfato, como son los sulfatos de magnesio, zinc, cobre, etc..." (El ABC de la agricultura orgánica fósfitos y panes de piedra, Jairo Restrepo Rivera y Julius Hensel).
Esta definición concisa y completa define muy bien lo que es un biofertilizante. Los biofertilizantes son vendidos bajo el nombre de abonos foliares en los almacenes agroquímicos.

¿Para qué sirven los biofertilizantes?

"Sirven para nutrir, recuperar y reactivar la vida del suelo, fortalecer la fertilidad de las plantas y la salud de los animales, al mismo tiempo sirven para estimular la protección de los cultivos contra el ataque de insectos y enfermedades. Por otro lado, sirven para sustituir o eliminar totalmente la utilización de los fertilizantes químicos altamente solubles de la industria, los cuales son caros y vuelven dependientes a los campesinos, haciéndolos cada vez más pobres" (El ABC de la agricultura orgánica fósfitos y panes de piedra, Jairo Restrepo Rivera y Julius Hensel).

Las definiciones dadas provienen del libro de Jairo Restrepo, agricultor y agrónomo que tiene una finca orgánica cerca de Calí y da capacitaciones en todo el mundo. Es una de las personas que me convenció en lanzarme en la agricultura orgánica. Pueden visitar su sitio web: www.lamierdadevaca.com

Elaboración de nuestro biofertilizante 

Como hemos visto a través de la definición, se puede elaborar biofertilizantes enriquecidos con sales minerales conociendo las deficiencias y necesidades de su suelo. En nuestro caso elaboramos el biofertilizante sencillo, sin sales minerales.

Materiales

materiales permanentes

- 1 recipiente plástico de 200 litros de capacidad
- 1 recipiente plástico de 100 litros de capacidad
- 1 balde de 10 litros de capacidad
- 1 pedazo de manguera de 1 metro de largo
- 1 niple roscado
- 1 botella desechable
- una lona de yute o algodón para colar la mezcla
- 1 palo para mover la mezcla

Ingredientes para la preparación

- agua (sin tratar):                     180 litros
- mierda de vaca muy fresca:    50 kilos (2 baldes)
- melaza:                                  2 a 4 litros
- leche o suero:                        2 a 4 litros
- ceniza de leña:                       4 kilos

El agua tiene la función de facilitar el medio líquido donde se realizarán todas las reacciones bioenergéticas y químicas de la fermentación.
La leche o el suero aporta la energía al biopreparado. Es la fuente de comida de los microorganismos al igual que la melaza.
La melaza aporta energía y contiene minerales: calcio, potasio, boro, hierro, azufre, manganeso, zinc y potasio.
La ceniza, fosfitos o harina de rocas proporcionan minerales para activar y enriquecer la fermentación.
El estiércol de vaca aporta los ingredientes vivos: microorganismos  (hongos, levaduras, bacterias) para que se de la fermentación y al mismo tiempos inocular el suelo al momento de la aplicación del biofertizante.


Elaboración


fijación del niple en la tapa

Fotografía 1: parte superior de la tapa

 Fotografía 2: parte inferior de la tapa

Fotografía 3: la manguera con la abrazadera


La puesta de la válvula o niple es esencial ya que la fermentación del biofertilizante produce gases que tienen que escaparse para que no reviente el tanque.


Elaboración de la mezcla

En cuanto a los materiales que conseguimos, hago un pequeño resumen:
- conseguimos el estiércol fresco de madrugada en una hacienda ubicada en el sector de Imbaya. Lo mejor es tener sus propias vacas pero en nuestro caso no es posible.
- Conseguimos la ceniza en los restaurantes que ofrecen parrilladas. 
- Hicimos la mezcla con agua potable. Para evitar que el cloro destruyan a los microorganismos. Dejamos el agua reposar una 48 horas antes de preparar la mezcla.
- No pudimos conseguir la leche del lechero que es la mejor ya que no ha tenido ningún proceso de esterilización. Compramos 2 fundas de leche entera.
- Mezclamos cenizas con polvo de rocas. Conseguimos el polvo de rocas en la carretera. De hecho, aquí en Ecuador cuando abren las carreteras, cortan la montaña y dejan a la vista las diferentes capas geológicas que tienen miles de años. Cogimos ahí nuestro polvo de rocas, rico en minerales. De ahora en adelante utilizaremos la ceniza del volcán Tungurahua que pudimos conseguir recientemente.

Fotografía 4: ceniza del volcán Tungurahua que nos permitirá elaborar nuestros futuros abonos: puros minerales que provienen de las entrañas de la tierra.

fotografía 5: en el tanque de 200 litros, se mezcla los 50 kilos de estiércol de vaca fresco con 100 litros de agua. Es mejor verter poco a poco el agua y mezclar cada vez que se echa un poco de agua. Así, se disuelve mejor el estiércol de vaca. también se añade la ceniza con el polvo de roca.

 Fotografía 6:  Mezcla de la ceniza con el polvo de roca: se tiene que eliminar los materiales gruesos.

 fotografía 7: mezcla de la melaza con leche que se va a diluir en 10 litros de agua.

 fotografía 8: mezcla del agua con la melaza y la leche. Se vierte esta mezcla en el tanque de 200 L.

fotografía 9: se añade agua hasta completar (se tiene que dejar un espacio) y el biofertilizante está listo para fermentar. Hay que mezclar bien en cada etapa

fotografía 10: se coloca la tapa de forma hermética. La manguera entra en la botella de plástico llena de agua. Así, los gases pueden escaparse por la manguera y se observan burbujas de gas que se escapan en el agua cuando empieza la fermentación. Por otro lado, el aire no puede entrar en el tanque ya que el agua impide que pase el agua. Tenemos un sistema anaeróbico.

Fotografía 11: se puede observar que el gas adentro de la manguera está debajo del nivel de agua de la botella. Esto significa que empezó la fermentación y que los gases adentro del tanque empiezan a empujar para salir. Hay que colocar el recipiente a la sombra.


Ahora se tiene que esperar 20 a 30 días para poder cosechar el biofertilizante que se diluirá en agua para la aplicación foliar en un porcentaje de 5 a 10%.
Nos podemos dar cuenta que no sale muy caro la elaboración del biofertilizante una vez la inversión en los materiales permanentes hecha. ¡Al 10%, podemos aplicar 2.000 litros de abono foliar!

Se puede dejar madurar más tiempo el biofertilizante. Una señal de que está listo el biofertilizante es cuando ya no salen burbujas de la manguera.


La aplicación del biofertilizante

Vamos a aplicar nuestro biofertilizante en la viscia y avena para abonarla y también reponer microorganismos al suelo. Por la falta de lluvias, la mezcla de viscia con avena tarda en salir bien.
Antes de aplicar hay que colar bien el biofertilizante y mezclarlo en agua (del 5 al 10%). Es recomendable agregar un adherente como la melaza para que pegue mejor la mezcla.
Hay que aplicar el biofertilizante en las primeras horas de la mañana cuando el sol no está aún muy fuerte para que la planta pueda absorber de mejor forma. Por la tarde y por la misma razón, es recomendable aplicar el biofertilizante después de las 16h00.
Es mejor hacer numerosas aplicaciones ya que los cultivos comen todos los días. Estamos pensando tratar de hacer una aplicación a la semana cuando la viscia-avena estará más alta.

Aplicaremos también el biofertilizante en los árboles del cerco y las pilas de malezas que pudimos formar limpiando la acequia.

Fotografía 12: la viscia y avena creciendo (19-02-2014)


Espero que les haya gustado esta publicación un poco técnica. No duden hacer preguntas y comentarios

domingo, 9 de febrero de 2014

Nombre de nuestra finca

Hola,

solo una pequeña publicación pero de grande importancia. Ya decidimos que nombre poner a nuestra finca. Luego de haber conversado con varios amigos, la finca se llama "Finca el Azadón".

Queríamos poner el nombre de una herramienta agrícola a nuestra finca. El Azadón es una de las herramientas más antigua de la historia agrícola y como queremos trabajar con técnicas que han sido perdidas y sin maquinaria pesada, el Azadón nos parecía la mejor opción.

Ojalá les guste el nombre.

saludos

Trabajos semana 3-8 de febrero

Buenos días, a continuación leerán los trabajos hechos durante esta semana. Una gripe nos afectó y no pudimos trabajar mucho en el terreno. Aprovechamos para avanzar en las encuestas y su sistematización y recuperar los análisis de suelos.
Aprovecho esta pequeña introducción para dar unas palabras sobre las encuestas. De hecho, esta parte que iniciamos antes de comenzar los trabajos agrícolas es esencial para elaborar nuestro plan de negocio. Nos permite conocer a las personas que están interesadas en la agricultura orgánica, entender los hábitos de consumos de hortalizas y frutas y si la gente está interesada en un sistema de distribución a domicilio.
Agradecemos a todas las personas que aceptaron darnos un poco de su tiempo para tener esta valiosa información.

Riego del terreno y siembra de la vicia y avena

Esta semana fue marcada con la primera siembra del terreno el día sábado. Sembramos una mezcla forrajera de vicia (1 parte) y avena (3 partes) para poder recuperar la estructura del suelo, aumentar el nivel de materia orgánica y poner nitrógeno en el suelo gracias a la vicia, una leguminosa. La familia de las leguminosas (fréjol, habas, arvejas, vainitas, lentejas, alfalfa, trébol, maní, chocho, guabos, etc) tiene la ventaja de fijar el nitrógeno (N) del aire en el suelo gracias a una simbiosis con una bacteria: el rizobium. ¡Estamos viendo la importancia de la microbiología del suelo una vez más a través de este ejemplo!
Nuestro amigo campesino Germán nos ayudó a sembrar la mezcla al voleo. Ahora vamos a esperar las lluvias con ansia. Mientras tanto, en la semana que viene, vamos a empezar a elaborar biofertilizantes para abonar nuestra vicia-avena. Así, veremos la elaboración de biofertilizantes la semana próxima.
Antes de sembrar y para facilitar la descomposición de la materia orgánica que enterramos en el suelo, regamos agua el día lunes. Como nuestro turno de agua es por la noche, tuvimos que solicitar la ayuda del inoxidable Germán para regar el terreno: ¡de las 19h hasta las 4h de la mañana! Con este tipo de ejemplo, todos tenemos que aprender a respetar el campesino que ha tenido y sigue teniendo una vida muy dura. Aprendo mucho con Don Germán cuando trabajamos juntos.

Fotografía 1: preparando la mezcla


Fotografía 2: Don Germán sembrando


Al final de la siembra, don Wilson, el propietario del tractor pasó una mano de rastra a poca profundidad. Sin este último trabajo, las garzas ya hubieran comido todas las semillas.

Cuando ya estará lista la vicia y avena, pensamos poner animales para que limpien y abonen el terreno y al final, enterrar los desechos y empezar a sembrar las hortalizas.


Video: don Germán sembrando


Limpieza de la acequia

Al inicio de la semana empezamos a limpiar con el machete la acequia y ahora estamos siguiendo con la motoguadaña. Es un trabajo largo y difícil ya que hace mucho tiempo que no ha sido limpiada y hay que tener cuidado con las culebras. Utilizaremos los desechos cortados para compostar. Una vez bien limpia la acequia podremos empezar el trabajo de siembra de los sauces y moras para cerrar bien el terreno y poner un alambre de púas nuevo.

En las fotografías siguientes, se puede apreciar que casi no se ve la acequia, recubierta de plantas. También se puede ver que faltan árboles para delimitar bien y proteger el terreno al nivel del cerco. Nos van a ayudar a proteger el terreno del viento.





Análisis de suelo

Sacamos las muestras la semana anterior y ya tenemos los resultados del laboratorio de la UPS de Cayambe. Les recuerdo que elegimos este laboratorio ya que se puede hacer un análisis microbiológico.
Aún no tenemos los resultados de la cromatografía.

Como explicaba en la publicación anterior, hay que tener cuidado con la interpretación de los resultados de un análisis de suelo. Nuestras conclusiones son las siguientes.


Textura del suelo

Tenemos un suelos franco arenoso (58% de arena, 30% de limo y 12% de arcilla). Es un suelo fácil de trabajar y que no se enloda con las lluvias. Drena bien y necesita un buen sistema de riego ya que se seca rápidamente. Es un suelo excelente para hortalizas. Hay que tener cuidado con los limos que crean una costra impermeable en caso de lluvias fuertes. Así, el agua ya no se infiltra en el suelo y este fenómeno provoca la erosión. El remedio: tener un buen nivel de materia orgánica, de microorganismos y la mayor parte del tiempo nunca dejar el suelo desnudo.

Materia orgánica y pH

Tenemos un suelo un poco pobre en materia orgánica: 2,21%. Es el resultado de la agricultura convencional ya que solo utilizaban fertilizantes solubles anteriormente. No nos alarmamos con estas cifras ya que enterramos todas las malas hierbas que estaban presentes y sembramos la vicia avena que nos va a ayudar a aumentar el nivel de materia orgánica. Con poca materia orgánica, tenemos un pH casi neutro: 7,22. Es un poco alto y necesitamos bajar a un valor de alrededor de 5,5 para tener la mejor actividad microbiológica y un aumento de disponibilidad en fósforo. El pH bajará aplicando microorganismos, materia orgánica y biofertilizantes al suelo.

Macro y microelementos

Se observa una deficiencia en boro y manganeso que se vincula con el pH observado. No se identificó el zinc en el análisis pero podemos pensar también que hay una deficiencia ya que los suelos con pH alrededor de 7 tienen deficiencia en boro, zinc y manganeso. Se nota también una deficiencia en nitrógeno pero como dice mi amigo campesino Francisco Gangotena: en la agricultura orgánica, nunca hay que preocuparse por el nitrógeno. Con la siembra de vicia avena y rotaciones frecuentes con leguminosas, ya no tendremos problemas con el nitrógeno. 
Por  otra parte, el valor que tenemos de hierro es muy alto y normal en nuestros suelos andinos de pasados volcánicos.

CIC: Capacidad de Intercambio Catiónico

Es la capacidad que tiene un suelo para retener y liberar cationes. Estos se atan a las arcillas y al humus (cargados negativamente) del suelo por enlaces eléctricos. Se expresa en meq / 100 mL. En nuestro suelo tenemos un valor de 16,5. Es un poco bajo pero tenemos poca materia orgánica y un suelo arenoso con pocas arcillas. La solución es la misma: poner materia orgánica.

Análisis microbiológico

El análisis nos dio la cantidad de moho (hongos) y levaduras y microorganismos aerobios mesófilos (bacterias) por gramo de suelo seco.  Respectivamente tenemos así un de 7,2x103  y 4,3x10 UFC/g.s.s.
Según el técnico del laboratorio, los niveles están bajos y se podría llegar a duplicar este valor.
Para explicar la importancia de la vida microbiológica del suelo, vamos a tomar el ejemplo de un trozo de paja que cae al suelo: es atacado primero por las bacterias que van a comer las fibras de celulosa para transformarlas en lignina. Las amebas llegan y comen las bacterias dejando libre las fibras de lignina que comen los hongos. Al final este pedazo de paja se transforma en humus. Así, entendemos mejor la importancia de tener un suelo vivo.   En general hay 2 toneladas de hongos por hectárea y 1 tonelada de bacterias.
Lastimosamente, no tengo cifras de referencia para comparar los datos del laboratorio con otros datos.

Fotografías siguientes: resultados de nuestros análisis de suelo





En conclusión, tenemos que proveer bastante materia orgánica y microorganismos para mejorar nuestro suelo.


Ya terminé con esta publicación. Si tienen comentarios o preguntas, no duden en hacérmelos llegar.

Hasta la próxima publicación

martes, 4 de febrero de 2014

Primeros trabajos semana 27 de enero al 1 de febrero

Pequeña introducción

Voy a dividir el blog en 2 partes por el momento. La primera hablará de la organización, de la sistematización de la finca, de las ideas, planificación... Será la parte más teórica de la finca.
La segunda será unos comentarios de nuestros trabajos y avances en la finca. Esta, será la parte práctica del blog.

Ahora vamos a hablar de los trabajos realizados durante la semana del 27 de enero al 1 de febrero.

Análisis de suelos

Algunas consideraciones


Antes de empezar a sembrar hay que conocer su suelo. Sacamos muestras en el terreno siguiendo el protocolo de la Universidad Salesiana. Decidimos hacer nuestros primeros análisis de suelos en el laboratorio de la Universidad Salesiana ya que son los únicos en el sector que realizan un análisis microbiológico de suelos. En esta parte, voy a intentar ser lo más conciso posible ya que entramos en consideraciones científicas. 

Los resultados nos van a ayudar a conocer la parte física, química y microbiológica de nuestro suelo. Tendremos que repetir los análisis cada año para conocer la evolución del suelo en el tiempo.
Hay que tener cuidado con la interpretación de los resultados de los análisis de laboratorio ya que dan cifras sin tomar en cuenta la relación entre la materia orgánica, el humus, los minerales y los microorganismos. Para dar un ejemplo, el análisis del laboratorio me puede decir que tengo suficiente fósforo en el suelo pero una carencia en potasio disminuye la solubilidad del fósforo (y del boro) y provoca así una deficiencia en este elemento. Lastimosamente, el laboratorio no llega a dar este tipo de explicación.
El análisis físico me permitirá conocer la cantidad de arcilla, limos y arena en el suelo. Existe una manera sencilla para conocer la textura del suelo: la prueba del turrón:
  1. tomar un poco de tierra en la mano, mojarla e intentar realizar un turrón fino. Si se puede, hay más de 10% de arcilla. En el caso contrario, menos de 10%.
  2. Intentar realizar un anillo con el turrón:
    • si se fisura antes de llegar a formar la mitad del anillo: mucho más limos que arcillas y menos de 30% de arcillas.
    • si se fisura el turrón antes a los 3/4 de la formación del anillo: más limos que arcilla y menos de 30% de arcillas.
    • Si es posible realizar el anillo: más de 30% de arcilla
  3. Tocar la tierra seca permite saber que elementos tenemos: rugoso = arena, jabonoso = limos gruesos, sedoso = limos finos
La textura nos permite saber si el suelo drena bien (arena) o retiene (arcilla) el agua. Los limos son más sensibles a la lluvia. Las arcillas retienen más los minerales. 

Por fin, el análisis microbiológico nos ayuda a conocer la actividad microbiológica del suelo. Es esencial y lastimosamente es una parte muy olvidada por los ingenieros agrónomos. Hay que saber que ningún elemento mineral es absorbido por una planta sin pasar por un proceso químico de oxidación o quelatación a través de microorganismos (hongo, bacteria, actinomiceta, levadura). !Sin vida en los suelos, los elementos minerales no pueden ser absorbidos y la agricultura orgánica se vuelve imposible!

El muestreo

En algunas palabras, el muestreo debe respetar algunas reglas:
  • La muestra que se debe entregar al laboratorio es una suma de varias submuestras (15 mínimo).
  • Hay que recorrer el terreno en zigzag para recoger las muestras.
  • en cada muestreo, sacar la tierra a la misma profundidad. En nuestro caso, sacamos la tierra entre 10 y 15 cm de profundidad ya que es el horizonte más explorado por las raíces de hortalizas. 
  • las muestras no deben tener pedazos de raíces, piedras o palos.
  • una vez mezcladas las submuestras se realiza el cuarteo: se extiende la mezcla en un plástico o una lona y se hace una cruz. Se eliminan 2 cuadros opuestos. Se vuelve a mezclar, a extender y a cuartear hasta tener una cantidad de 500 g aproximadamente.
  • hay que transportar al laboratorio rápidamente ( antes de 24 horas) en un envase que protege de la luz.
  • El suelo no debe estar completamente seco ni enlodado.

  Foto 1: la calidad de nuestro suelo: es un suelo profundo, negro y drena bien el agua.



 Foto 2: La recolección de las muestras



foto 3: el cuarteo: se elimina 2 cuadros opuestos y se repite la operación hasta tener una muestra de 500g.



foto 4: Muestra lista en un envase seguro.




Limpieza de la acequia

Este trabajo consiste en cortar las "malezas" para que el agua de la acequia pueda pasar sin problema. Es importante tener su acequia en un buen estado ya que si el agua tiene dificultad para pasar puede rebasarse cuesta arriba. Además, limpiando la acequia, nos damos cuenta de los defectos que tienen los cercos y como remediar estos problemas. Nuestro terreno está bordeado por 4 acequias y cogemos el agua del borde de arriba.
Este trabajo se va a demorar una semana más y vemos la necesidad de sembrar árboles y cambiar el alambre de púas para dejar el terreno bien seguro.

foto 5: la acequia de arriba limpia


En la foto anterior se puede observar que se va acumulando la materia orgánica que se va a compostar y se podrá utilizar para abonar el suelo.


Preparación del terreno

Fue una decisión difícil de tomar pero tuvimos que pasar el tractor con una rastra de discos para poder cortar las "malezas" (que se pueden llamar también buenazas ya que nos dan materia orgánica para el suelo) y hundirlas en el suelo. 
No nos gusta mecanizar demasiado los trabajos agrícolas y quisimos en un principio poner animales para limpiar el terreno. Lastimosamente, no hay muchos animales en el sector y los pocos ganaderos no querían ponerlos ya que la hierba ya estaba demasiado madura.
Otro problema que se nos viene encima: hemos enterrado muchas semillas que van a brotar muy pronto. Estamos pensando dejar crecer de nuevo las malas hierbas para luego cortarlas y ahí empezar a sembrar.



Termino esta pequeña publicación de nuestros primeros trabajos en la finca. Es importante describir los trabajos que hacemos y confrontarlos con lo que queríamos hacer en teoría. Aquí vemos un buen ejemplo: no queríamos trabajar con un tractor y al final tuvimos que hacerlo por las razones que describí anteriormente.

¡Hasta luego!



sábado, 1 de febrero de 2014

Nuestro terreno

El terreno que adquirimos se encuentra en el sector Ontañón, en el cantón Antonio Ante. A continuación describimos las características principales del terreno.

Ubicación y acceso

La ubicación es estratégica: a 25 minutos de Ibarra y Otavalo, 15 minutos de Cotacachi y 5 minutos de Atuntaquí y de la Panamericana.
Hay 2.5 km entre la panamericana (desde la gasolinera petrocomercial) y la finca. El acceso desde la panamericana es bueno. La calle es empedrada y el último kilometro es un camino de tierra en muy buen estado. El camino llega hasta la entrada del terreno.




Características del terreno

El terreno mide 5.600 m2. Tiene 50 metros de frente y 112 metros de largo. La acequia Ontañón tiene un caudal de un "óvalo" (alrededor de 25L/s) y pasa justo en el frente siguiendo el camino principal. La finca tiene un derecho de 5 horas de agua cada 8 días. Se encuentra a 2350 msnm.
El terreno tiene una ligera pendiente que baja en el sentido sur-norte (desde la carretera). Hay un cerco de púas en mal estado (que pensamos mejorar) y algunos árboles.

Fotografía 1 : terreno visto desde el camino

Fotografía 2: terreno visto desde la parte de abajo (opuesto al camino)

Antecedentes del terreno    

Los dueños anteriores sembraban "al partir" con un agricultor que vive en el sector. Se sembraba principalmente pimientos y fréjol. De hecho, se puede observar en todo el sector los cultivos siguientes: fréjoles, pimientos, papas, maíz, tomates (invernaderos) y cebada. Utilizaban insumos químicos para cultivar.

Infraestructuras del terreno

No cuenta con ninguna infraestructura. La red eléctrica se encuentra a un poco menos de un kilómetro del terreno. El agua potable se encuentra cerca (el vecino del otro lado del camino la tiene). El alcantarillado se encuentra a unos 100 metros del terreno.
La inversión para traer la luz es demasiado alta (alrededor de $9.000) y pensamos empezar a trabajar con una bomba de gasolina para el sistema de riego.
Adentro del terreno, las infraestructuras que debemos hacer al inicio serán:
  1. Construcción de un reservorio de agua de alrededor de 200 m3 con un desarenador y un filtro para tener agua limpia.
  2. Construcción de una pequeña bodega y un cobertizo para almacenar materiales, herramientas y preparar los abonos.
  3. instalación de un sistema de riego por aspersión. 
  4. Adecuación de un pequeño camino dentro del terreno para facilitar la organización del trabajo.

Ahora que tenemos el terreno y las ideas, hay que sistematizarlos para obtener nuestro proyecto de finca. En un próximo blog describiré la sistematización.

Hasta pronto